«¡Yo controlo!»
Esta es la expresión más temible que podamos escuchar de alguien que tenga problemas con el consumo de alcohol porque es la que mejor delata la enfermedad.
Ese afán por querer aparentar y demostrar un control y dominio sobre el beber cuando ya has tenido múltiples episodios de descontrol y consumo abusivo es una muestra de como se manifiesta la conducta alcohólica en la que, a pesar de saber que no es cierto lo que dices (el controlar), te llegas a creer tu propia mentira.
La incapacidad de controlar (junto con la dependencia y la tolerancia) es la conducta que más personas arrastra a la necesidad de pedir ayuda o acudir a algún centro. Es una obsesión enfermiza que solemos tener en general los alcohólicos la de pensar que aunque a veces «la liemos parda» o cometamos siniestros con nuestra actitud y comportamiento por ir bajo los efectos del alcohol, sigamos pensando que tenemos la situación controlada cuando en realidad está sucediendo todo lo contrario: ¡Es el principio del fin! Se nos desborda la situación, nos engañamos a nosotros mismos, intentamos demostrar siempre y sólo conseguimos fracaso tras fracaso, y empieza la cuesta abajo al infierno del alcohol.
3 Comments
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O el mito de beber controladamente…ánimo y fuerza vital a todas las Ovejas!!.Saludos.
Buenos días, yo también controlaba, durante tanto «control» enfermaba mas y mas, que tonto fuy tantos años «controlando» me llevaron de camino a enfermar casi hasta limites muy negativos.Leer más ..
Es la falsa ilusion que podemos controlar la capacidad de consumir, o que algun dia podremos hacerlo, a un alcoholico le cuesta mucho aceptar que es una persona enferma mentalmente, que tiene que tratarse a diario y hacer un trabajo interior, quLeer más ..