El viaje a ninguna parte
Esta actitud tan propia y característica nuestra, de los enfermos alcohólicos, de intentar huir, evitar, o afrontar la verdadera realidad sustituyéndola por otra mediante el consumo es,más que un viaje, toda una odisea inútil.
Nos pasamos la vida negando o aceptando nuestro vacío interior y derrota por la botella yendo de un lugar a otro con nuestros pensamientos distorsionados en busca de un bienestar imaginario que creemos que alcanzaremos con el efecto del alcohol.
Rechazamos la ayuda ajena y profesional apelando a nuestra soberbia, prepotencia, y autosuficiencia, buscando una solución que nos permita estar bien y a la vez seguir consumiendo, cosa incompatible e imposible.
Es un viaje constante a ningún sitio.
Siempre buscando todas las alternativas posibles excepto una: dejar de beber.
La resistencia es cada vez más potente y el tiempo se va convirtiendo en nuestro peor enemigo. Los resultados de esa búsqueda cada vez cuentan más por fracasos y experimentos frustrados.
En definitiva, podemos huir y viajar en el tiempo y espacio todo lo que queramos, pero el problema siempre vendrá con nosotros.
El único viaje para un alcohólico efectivo es hacia un tratamiento y la recuperación.
1 Comment
Deja un comentario
Debes iniciar sesión para escribir un comentario.
Buenos dias, yo diria que ese viaja si lleva a alguna parte, nos conduce hacia la autodestruccion. Si no ponemos pronto remedio nos destruira del todo.Leer más ..