Veinte mil pensamientos por segundo

 

«Quien no tiene alas no debe tenderse sobre abismos» Friedrich Nietzche

 

Siempre generalizamos al hablar de consecuencias inmediatas al desaparecer los efectos de la intoxicación (que no del alcohol). Nos expresamos con términos que,de tanto repetirlos, ya nos parecen hasta normales: resaca,bajón,depre,… pero si profundizásemos un poco más en esos estados, veríamos que va mucho más allá de un simple malestar porque me «pasé» con el alcohol.

» Cada despertar era un maremoto. Me inundaban infinitos pensamientos y a una velocidad espeluznante que pensaba que me estaba volviendo loco. Eran pensamientos obsesivos,negativos,de tristeza y vacío. No tenían sentido y me creaban tal estado de ansiedad y nerviosismo que,si no fuera por mi cobardía o quizá por cómo me agarraba a la vida aún estando medio muerto,me hacían plantearme lo peor.

No había quien parara a mi cabeza. Estaba descontrolada.Tenía mucho miedo,me asustaba ver como todo se me desbordaba.

Lo más triste,es que aprendí a aliviarlos con más alcohol, y ahí ya empezó mi descenso al barranco. Se convirtió en un círculo vicioso: Necesito beber para calmar lo que pienso por haber bebido.»

Cuando soy capaz de sentir incluso años después esa sensación de angustia no lo hago para recrearme,sino para no olvidarme nunca de ese infierno y mantenerme vivo y atento para no volver a el.[youtube]http://youtu.be/SEllHMWkXEU[/youtube]

Deja un comentario

Debes iniciar sesión para escribir un comentario.