Una y no más, santo Tomás.
Basta, es basta.
Cuando nos creemos y convencemos de qué estamos hartos de estar hartos, comienza la auténtica recuperación.
¡Decisión, firmeza, entrega, trabajo duro, compromiso … y mucho amor! Estos son los ingredientes de una buena recuperación. De un camino sin retorno hacia el bienestar .
Si estás enfermo por el consumo abusivo, prolongado o sin control de alcohol … no te empecines y obstines en seguir a tu rollo y ponle remedio. ¡Acaba ya con esta tortura!
No negocies, no te plantees varias alternativas de toma de decisiones, no trampees, no pretendas ser más listo, no seas orgulloso porque has sido derrotado. Haz lo contrario, tómatelo como una oportunidad de comenzar de nuevo y recuperar esa paz interior, esa tranquilidad y normalidad exterior que un día la botella te robó a traición y despiadadamente.
Que tu basta sea el «basta » definitivo. Ánimo