¿Una copita de vez en cuando te podrás tomar,no?

 

 

Cuando decimos que no podemos beber,por falta de conciencia social sobre esta enfermedad muchas veces la gente intenta animarnos ,sin darse cuenta, incitándonos al consumo o «abriéndonos una puerta» futura.

Casi que nos convencen. Algunos son tan bebedores que sienten hasta lástima y compasión por nosotros. Nos preguntan si en un futuro podremos volver a beber,si estamos en algún tipo de centro para aprender a hacerlo,y sandeces de este estilo.

Repito,la mayoría de veces no lo hacen con mala intención,sino por ignorancia.

Es curioso este fenómeno:cuando bebía todo el mundo me reprochaba mi forma indeseable de hacerlo. Cuando lo dejé,la gente se preocupaba porque no podía. A veces da la sensación de que vivimos en un mundo que está al revés.

Un alcohólico no puede beber,¡nada más!. Puede cantar,bailar,reír,jugar,alternar,salir,asistir a eventos,actos,exposiciones,tertulias,practicar todo tipo de deportes y actividades que su salud le permitan,disfrutar de su familia y los suyos,viajar,leer,estudiar,…pero lo único que no puede hacer es volver a beber.

En realidad no es una prohibición ni algo con connotaciones negativas,sino todo lo contrario: Ese «no poder beber» no significa nada malo,sino la solución al tratamiento de su enfermedad.

Desde la ignorancia,el desconocimiento y la incomprensión de esta compleja enfermedad,decir que empezamos con un «No puedo beber» y a medida que crecemos,evolucionamos,y trabajamos para recuperarnos,sin necesidad de palabras,acabamos por pensar en un  firme y rotundo «No quiero beber».

Por último,respecto al título,¿Una copita…? No creo que nadie necesite tratamiento por una copita. Desde luego,los enfermos alcohólicos alcohólicos no nos ponemos en tratamiento y recuperación por una sola copita.