Una batalla descompensada
«Un general inteligente lucha por desproveer al enemigo de sus alimentos. Cada porción de alimentos tomados al enemigo equivale a veinte que te suministras a ti mismo» Tzun Tzu El Arte de la Guerra
Que un enfermo alcohólico intente luchar contra el alcohol e intentar vencerle dominándolo es una derrota de antemano, Es lo mismo que enfrentarse con piedras y palos a un sofisticado ejército armado hasta los dientes.
Utilizando conceptos bélicos,considero que una vez reconocida nuestra enfermedad, nuestra guerra debe ser otra muy distinta. Aceptar la enfermedad y reconocerla ya es una batalla ganada,las posteriores batallas deben lucharse con estrategia,no haciendo frente.
Siendo conscientes de a qué tipo de enemigo nos enfrentamos y sabiendo que es más poderoso que nosotros, más fácil nos puede resultar evitarlo en confrontaciones directas porque ahí sabemos que seguro que nos vence.
¿Significa que no hay que luchar? ¡No,eso jamás. Precisamente es todo lo contrario:hay que luchar,pero sabiendo cómo!
Para convertir nuestra debilidad en nuestra fortaleza hay concentrarse y posicionarse muy bien sobre el campo de batalla.
Quiero decir que si sabemos que somos enfermos y no podemos volver a beber nunca más,en lugar de convertir esa idea en una obsesión que nos amargue y torture debemos aprender a darle la vuelta a la historia y pensar con firmeza y convencimiento que gracias a esa derrota hemos tenido la oportunidad de aprender,mejorar, y tener una percepción diferente del concepto «vida» que teníamos. Podemos hacer de esa debilidad nuestra mayor arma para aprender a vivir una vida plena de paz,armonía y tranquilidad que jamás habíamos imaginado.
Nuestra guerra es «otra». Entender este concepto cuesta,pero cuando se consigue no se lucha, …se camina en paralelo muy cerca del alcohol pero sin cruzarse ni llegar a tocarse.[youtube]http://youtu.be/HUwTELZd05k[/youtube]