Sin rodeos

Utilizamos demasiados eufemismos y pocas expresiones directas. Hay que aprender a expresar y verbalizar los sentimientos sin tabú si de verdad queremos recuperarnos.

Damos demasiados rodeos a las cosas. Nunca decimos lo que sentimos, sino que lo escondemos o adornamos con expresiones más suaves. De este modo, lo único que conseguimos es que cada vez se nos entienda menos.

Las personas que caemos en un alcoholismo, ya de por sí para llegar a enfermar ha sido un tortuoso camino de mentiras, tramas y excusas, tenemos la sensación de incomprendidos y de que lo qué nos pasa, sólo nos pasa a nosotros.

Si cuando decidimos dar el paso y ponernos en tratamiento siguiendo una recuperación, por mucho que nos quieran ayudar a lograrlo, si no verbalizamos lo que sentimos y nos pasa de verdad, ni toda la ayuda del mundo será suficiente.

He mencionado alcoholismo porque nuestra página es sobre esta temática, sin embargo lo mismo se puede extrapolar a cualquier trastorno emocional.

Tengo la convicción de que una de las claves del éxito de una buena recuperación debe basarse en la valentía y capacidad de expresarnos honestamente sobre lo que nos sucede y pensamos, le guste a quién le guste. Hay que hacerlo sin miedo y sin temer a las consecuencias. Esta actitud de valentía dice mucho de la persona que pretende recuperarse.

Por otra parte, si hacemos todo lo contrario y seguimos desconfiando y temerosos de los que nos ayudan y quieren, encerrándonos en nuestro mundo e incomunicados con el resto, por mucha terapia, ayuda y abstinencia que «practiquemos», sólo estamos actuando y no trabajamos lo suficiente para cuando el alcohol (el deseo de consumir y el efecto que nos produce) … vuelva a llamar a nuestra puerta.