Sin capacidad de sorprender

«Prudencia es saber distinguir las cosas deseables de las que conviene evitar» Cicerón

Creo que cuando uno está bien jodido del alcohol es cuando ya no es capaz de sorprender a nadie con sus comportamientos.

Cuando a la familia y los amigos ya nada les extraña de lo que ven,les dicen,o les cuentan sobre nuestra conducta y actos,es cuando hemos entrado en la zona más peligrosa de esta enfermedad.

He escuchado testimonios de familiares de todos los colores. Al principio,el que más me impresionaba era «casi prefiero que todo esto acabe ya,aunque sea de manera trágica». Con los años lo he ido asimilando y habituándome a él llegándolo a normalizar. Entiendo,comprendo,y empatizo con esa mezcla de sensaciones que padecen los familiares de rabia,frustración,impotencia,angustia y desesperación.¡Es lógica! Después de tantos años intentando ayudar y ver que la cosa va a peor,es muy normal que exista este desgaste.

Pero que sea lógico y comprensible no significa que deje de ser muy triste. Ver que los que te quieren y rodean ya no es que  no crean en ti,sino ni siquiera se esfuerzan en hacerlo, o darse cuenta de que todo nuestro repertorio de excusas baratas,recursos miserables,engaños y mentiras,…ya no dan resultado.

El alcohólico puede vivir de la apariencia … durante un tiempo. Al final,todo acaba por salir a la luz,por mucho que lo intentemos esconder,evitar,o actuar premeditadamente mediante la manipulación.

Si tenemos problemas de alcohol y al cometer alguna irresponsabilidad o conducta inapropiada, ya ni tan siquiera les sorprende a los demás,…la cosa es más que seria.