Sin atajos
El camino marcado es el qué hay que recorrer. Desviarse o pretender tomar atajos para llegar antes o con más éxito nunca es lo indicado en la rehabilitación-recuperación alcohólica.
Todo tiene su porqué. En la forma que actuemos, el compromiso que tomemos y la actitud que tengamos estará la clave.
El alcohol nos ha dejado K.O. Todos nuestros esquemas están mal diseñados: siempre con prisas e inmediatez buscando resultados, con impulsividad y compulsión como si el mundo se fuera a acabar hoy mismo, con riñas y pataleos al igual que un niño que le quitan su juguete, ansiosos y tensos como si el mundo nos debiera algo y nos lo devuelve, etc.
Todas estas conductas, comportamientos, sentimientos y emociones «descontroladas o inadaptadas» no desaparecen por el simple hecho de la abstinencia. Se necesita algo más: Trabajo, trabajo, y trabajo.
Por eso, las prisas o los atajos, los parches o remedios caseros, nunca nos dan el resultado esperado sino sólo soluciones temporales.