Siempre recordar, nunca recrearse

Recordar cómo éramos y cómo hemos cambiado al conseguir dejar de beber, nos hace valorar la evolución y nos mantiene motivados para continuar con fuerzas la recuperación.

En cambio recrearse, hace el efecto totalmente contrario: nos debilita y puede incitarnos a recaer.

Recrearse es regocijarse y tener buenas sensaciones con el recuerdo, destacando las positivas que tuvimos bebiendo (pocas y la mayoría sobrevaloradas) y olvidándonos de todo lo malo que nos pasó e hicimos pasar.

Cuando nos recreamos, visualizamos la situación del recuerdo y, en el caso del alcohol, puede que lo hagamos con asociaciones de recompensa.

En definitiva, recordamos pero vivimos ese recuerdo con añoranza porque seguimos pensando que era gratificante.

Por eso, siempre hay que recordar pero evitar recrearse en ese recuerdo, especialmente si es de consumo, y pensar que es una trampa que nos hace la mente porque sabemos que en realidad nos destrozó la vida.

1 Comment

  1. Mateo Elias de Quiros en Facebook el 8 septiembre, 2016 a las 8:48 am

    Recordar para no volver de dónde venimos es necesario, pensar y recrearse en lo gratificante es un error y una trampa de grandes dimensiones que puede tambalearnos si ocurre con frecuencia y no la paramos, al asociar el consumo a lo social y lo Leer más ..

Deja un comentario

Debes iniciar sesión para escribir un comentario.