Si siempre haces lo mismo, no esperes resultados diferentes.
Si sustituimos conceptos básicos que definen los principios de la realización del bienestar, como esfuerzo y sacrificio, perseverancia, disciplina, entrega, tenacidad, etc. por otros muy diferentes, pero muy actuales a la vez, como por ejemplo la ley del mínimo esfuerzo, la pereza, escasez de dinamismo, la confianza en que el tiempo o los demás nos solucionaran los problemas, y especialmente la desilusión y desmotivación, … no esperemos nada a cambio porque nada sucederá sino más que empeorar las cosas.
Estamos en la era de los atajos y las cosas fáciles. Pretendemos, exaltados de arrogancia y superioridad, que el mundo conspire a nuestro favor y se nos solucionen nuestros problemas por sí solos, sin hacer nada o casi nada para lograrlo.
Tenemos una excesiva confianza en el futuro sin alterar nuestro presente, y nuestro presente es el futuro que vamos a tener, por lo tanto … más de lo mismo.
Extrapolando esta máxima al alcoholismo, más todavía si cabe.
Dejar de beber y quedarnos sentados a esperar, sin hacer nada para evitarlo, que por el hecho de abstenernos la vida nos arreglará un pasado infernal, un presente tranquilo, y un futuro prometedor … vamos muy errados.
Un proceso de recuperación alcohólica es tan complejo, laborioso, y de profundización y auto conocimiento tan grande, que para que sea positivo debemos realizar grandes cambios, y … obviamente esos cambios no se producirán si nosotros no hacemos nada para lograrlos.
Dejar de beber si estamos enfermos es necesario, pero nunca suficiente.
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Buenos días, es imposible obtener resultados positivos realizando los mismos despropósitos.Leer más ..