… ¿Quieres realmente dejar de beber?
O dejas de beber o no, todo lo demás son tonterías.
A veces hay que ir muy directo y dejarse de contemplaciones, mediaciones o simples negociaciones que no llevan a ningún lugar, sino que se convierten en meras excusas para dar vueltas y vueltas a modo de bucle o círculo vicioso del que parece no haber nunca fin.
Todo esfuerzo, apoyo y estrategia para conseguir que un enfermo alcohólico se ponga en tratamiento y se recupere de alcoholismo, es siempre en vano si la propia persona no está interesada o predispuesta.
Podemos buscar culpables donde queramos, criticar métodos, centros, profesionales, planes de actuación, programas y tratamientos, etc pero si el enfermo se resiste y todo lo que hace que «aparentemente» es para mejorar o sanar de su enfermedad, si no existe un verdadero compromiso por su parte será una pérdida de tiempo y un desgaste de energía por los demás que pretenden ayudarle.
Este razonamiento parece muy básico y evidente pero la realidad es que la mitad o más de las personas que siguen un proceso de recuperación, no están convencidas ni dispuestas a dejar de beber sino más bien a aprender a controlar o moderar, a «saber beber» (no existe «saber beber» cuando se está enfermo de alcoholismo), o simplemente a contentar a otros o calmar el insostenible e insoportable ambiente de reproches y recriminaciones que existe en la convivencia con él.
Por lo tanto, la recuperación no se cuantifica: no se mide por si va o no va a terapias, por si lleva un día, un mes, o un año de abstinencia, ni tampoco por su apariencia. Esta enfermedad, si por algo se puede «medir o evaluar» es por los cambios de conducta, la evolución y crecimiento como persona del propio enfermo cuando deja el alcohol, y por el compromiso que adquiere consigo mismo.
La pregunta es retórica y debe provenir del enfermo a través de un solo y exclusivo planteamiento: ¿Pero, quiero dejar de beber de verdad?
Probablemente la respuesta no venga de inmediato porque la ansia y necesidad, junto a la dependencia que nos ha creado el consumo, siempre hará que nuestro primer pensamiento sea el de volver a beber o poder a hacerlo algún día.
Sin embargo con un buen tratamiento y mucha ayuda profesional …está asociación tan impregnada acabará por extinguirse y desaparecer siempre que el propio enfermo se implique.
Todo esto parece muy sencillo a simple vista y así narrado pero la verdad que es mucho más complejo de lo que alguien que no padece esta enfermedad pueda imaginar.
1 Comment
Deja un comentario
Debes iniciar sesión para escribir un comentario.
Elton john