Quien quiera peces, que se moje el culo.

 

La paradoja de la recuperación es que ningún enfermo, en un principio y cuando está intoxicado, quiere recuperarse porque se encuentra más cómodo bebiendo que dejando el consumo, cosa que le supone un tremendo esfuerzo al estar enfermo, lo de volver a renconstruirse  y aprender a vivir sin motivaciones artificiales.

Pero una vez que se adentra en ese cambio de superación y crecimiento personal, que poco a poco se va sintiendo bien, se va liberando de la insoportable carga de la culpabilidad, recupera lentamente la autoestima y va ganando en confianza, … la situación cambia bastante.

Pero para que suceda todo eso … hay que esforzarse, trabajar, perseverar, ser disciplinado, mantenerse firmes, tener un proyecto vital y «fabricándose» sus propios motivos e ilusiones de por qué querer vivir sin necesidad de refugiarse en el alcohol.

Todo este cambio y proceso evolutivo de interiorización e introspección que te conduce a un bienestar y una vida sobria y serena … no viene solo. No sucede mientras uno está en el sofá tirado, o con la misma actitud de siempre abandonado en su pereza, desidia, y dejadez. Tampoco viene compadeciéndose o haciéndose la víctima ni mucho menos pataleando y estando enfadado con el mundo aunque haya dejado de consumir, porque eso es simplemente «tapar la botella», no olvidarla.

Quien de verdad se quiera poner bien, que se quite la caraja. Que espabile, que dinamice su actitud y la enfoque positiva, con ganas, con empeño, sin miedo al fracaso o a las adversidades, y que tire «palante».

En pocas palabras, que si quiere «pescar» una vida nueva y plena sin alcohol, … deberá mojarse el culo.

 

2 Comments

  1. Elena Guisado en Facebook el 25 diciembre, 2015 a las 7:16 am

    No es nada fácil rehabilitarse.Leer más ..

  2. Ricard Valls en Facebook el 25 diciembre, 2015 a las 10:42 am

    No es facil pero vale mucho la pena

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