Quién tiene que cambiar somos nosotros, no el mundo.

Aunque sea una obviedad, seguimos cayendo en el error de creer que porque nosotros dejemos de beber, el mundo (la gente, personas, sociedad en general, …) también cambiará.

¡No, no es así: el mundo seguirá igual! Lo que sucederá es que nuestra perspectiva de ver la vida desde la sobriedad, nos hará verlo, actuar y pensar de otra manera.

Dentro de ese error convertido en falsa expectativa, vienen muchas decepciones: Nos creemos con el derecho y la obligación de porque dejemos de beber y nos recuperemos poniéndonos en tratamiento, la vida nos debe algo y nos tiene que devoverlo.

Ese enfoque tan común: «Dejar de beber para solucionar, demostrar, o recuperar …» es un camino incorrecto y sin base ni cimentación para crear una buena recuperación. Un alcohólico tiene que dejar de beber porque está enfermo y no por otro motivo. ¿Acaso un diabético  no toma insulina o una persona con cáncer se somete a tratamientos invasivos para intentar recuperar su vida y sanar? ¿O es que lo hace por un motivo social?… ¡Pues lo mismo debemos hacer los enfermos alcohólicos si queremos sanar y ponernos bien!

Muchas personas acuden en busca de ayuda, cuando padecen alcoholismo, para obtener una recompensa, cuando la recompensa en la propia recuperación.

No hay que confundir estos conceptos porque un error de interpretación nos puede hacer tanto daño que nos haga que, a la primera adversidad u obstáculo, nos desmotivemos y volvamos a beber.

Hay que iniciar la recuperación con firmeza, con ganas de ponerse bien, sin esperar nada a cambio y teniendo claro que nada ni nadie nos debe algo por hacer las cosas bien, seguir nuestro camino, vencer a esta enfermedad a través de la recuperación y extinción de conductas, no de curación, … y no olvidar jamás que cualquier bajón, desliz, o relajación nos pueden tirar abajo.

Primero, recuperémonos nosotros, después el mundo que haga lo que le de le gana y lo que quiera. Porque si nosotros nos fortalecemos y sabemos escapar de la botella, siempre sabremos ver color allí donde es gris, y belleza donde sólo hay fealdad y miseria.

Deja un comentario

Debes iniciar sesión para escribir un comentario.