Que lo veamos como algo normal no significa que sea normal

Tal vez la habituación, la cultura, el aprendizaje, la tradición o las costumbres nos han enseñado a aceptar y tolerar situaciones y circunstancias que no deberíamos.

Digamos que nos hemos «dejado llevar» y ha podido más lo de afuera que nuestro criterio.

A estas alturas, próximo a llegar a los seis años escribiendo en la página, no voy a hablar de consumo moderado y responsable porque eso se da por supuesto que no debería ser malo ni ocasionar ningún tipo de consecuencias de las que suelo hablar aquí, sino de el abuso, el descontrol, los excesos, las manera exagerada y enfermiza que se está bebiendo.

¡No es normal! ¿Qué pretenden que lo veamos normal? ¡Eso es otra historia!

No es normal que personas jóvenes tiren un futuro prometedor porque están aprendiendo, asociando e imitando que «divertirse» es pillar un colocón del quince, que cada dos por tres las salas de urgencias estén llenas de comas etílicos, y que la cosa vaya en aumento.

No es normal que toda una familia esté pendiente del carácter y del estado de ánimo de una persona con la que conviven, pendientes de cómo vendrá.

No es normal que se conduzca bebido, que se maneje maquinaria peligrosa, que personas con responsabilidad o autoridad tomen decisiones siendo enfermas alcohólicas y queden impunes por ello.

No es normal que el alcohol , aunque no sea el causante, sea el desencadenante de la mayoría de sucesos trágicos que inundan las portadas de los medios en todo el mundo.

No es normal que en el S XXI sigamos justificando un consumo masivo y de efectos demoledores.

No es normal que el consumo abusivo de alcohol y otras sustancias  jamás aparezca entre las diez máximas preocupaciones de la sociedad.

No es normal que se «desinforme» y confunda tanto sin anunciar la cantidad de muertes que genera cada año en el mundo el consumo de alcohol y las consecuencias colaterales.

No es normal que las leyes, las instituciones, los políticos o responsables toleren y permitan que estas se salten o se haga la vista gorda como por ejemplo vender alcohol a los menores, etc.

No es normal que los planes de prevención (¡Ojo, no es una indirecta sino una directa: para mí que estos planes los diseñan personas que deben ir puestas hasta las cejas porque los resultados son todo lo contrario a los esperados) hayan fracasado estrepitosamente en las últimas tres décadas en las que nos damos de tan liberales,demócratas y presumimos de coherentes y solidarios con los temas sociales.

Todo esto y mucho más no es normal, pero la sociedad (que somos nosotros mismos que la componemos y formamos dinámicamente a cada instante) lo comienza a normalizar.

Por eso, que algo nos parezca «normal» no significa que lo sea, y todo lo que he mencionado está sucediendo a diario con unas consecuencias futuras que, todo aquel que lo haya vivido de cerca o comprenda la enfermedad, sabe que acojonan.

4 Comments

  1. Martin James en Facebook el 29 enero, 2016 a las 7:00 am

    No es para nada normal todos los hechos que se relatan, las caras hinchadas del alcohol en los bares, esas bromas pesadas a destiempo, como payasos cronicos, quizas hasta un piropo a destiempo y fuera de lugar rayando lo obsceno.Leer más ..

  2. Marga Enríquez en Facebook el 29 enero, 2016 a las 7:06 am

    Hablando claro, clarísimo. Sí. Eres grande Mica Cañellas. Eres la ostia¡¡¡¡¡.

  3. Elena Guisado en Facebook el 29 enero, 2016 a las 8:29 am

    Ahora si pienso en mi pasado,puedo decir que mi vida fue un engaño y los de mi alrededor colaboraron.Leer más ..

  4. Miguel Frontera Coll en Facebook el 29 enero, 2016 a las 6:12 pm

    No creo que sea normal,vivir en el pais de alicia y las mil maravillas………..

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