Provocación contra evitación
A los alcohólicos nos gusta crear el conflicto. Nos hace sentir bien y a la vez nos proporciona una excusa para poder beber más. Nos gusta tanto que, si no existe, lo creamos.
Por otra parte, con esta actitud lo único que conseguimos es que las personas de nuestro alrededor, lo eviten en lo máximo posible para no tener que afrontar esta situación tan desagradable.
Con el tiempo, la gente se desgasta y procura mantener en la medida posible,los menos enfrentamientos absurdos y discusiones sin sentido, alejándose de nosotros.
Nuestra enfermedad no nos permite darnos cuenta de las muchas conductas desagradables que tenemos continua y constantemente como las de este tipo. Por eso, no hace falta ser agresivo, violento, u ofensivo para dañar los sentimientos de los demás. Muchas veces es suficiente comportarse de este modo, provocando e irritando, o sencillamente desestabilizando y creando una tensión permanente, sin necesidad de gritos,insultos u otras actitudes similares.
El alcoholismo es mucho más complejo que una simple enfermedad por ir bebido, porque en muchas ocasiones, este tipo de humillaciones, vejaciones, confrontaciones y anulaciones seguidas de desprecio, no se dan exclusivamente cuando se va embriagado, sino por la amargura y frustración de nuestra propia enfermedad que proyectamos en los demás, especialmente en los que más nos quieren,precisamente.
1 Comment
Deja un comentario
Debes iniciar sesión para escribir un comentario.
He utilizado mas la evitacion como herramienta para aislarme de los demas y asi evitar el sufrimiento, paradojicamente me refugiaba en la bebida creyendo que me ayudaba a sobrellevar mejor los sentimientos de desazon, la conducta que habia adquiLeer más ..