Procuraré portarme bien

 

No es cuestión de bondad,sino de enfermedad.

 

Toda esa predisposición e intencionalidad son muy mal síntoma cuando se trata de consumo de alcohol.

Esta expresión tan típica y repetida, delata por sí sola una falta de control habitual cuando se sale y se piensa beber.

Un enfermo alcohólico no es un poseso o un endemoniado,sino simplemente eso, …un enfermo.

Cuando pierdes la capacidad de saber parar, cuando nunca «la última» te es suficiente, cuando el ansia y la necesidad de beber no tienen fin…,sólo queda una cosa;reconocer y aceptar la enfermedad.

La enfermedad del alcoholismo es muy compleja porque abarca muchas tipologías y formas diferentes de consumo atrapando a cualquier perfil,pero se hace muy simple y fácil de descifrar cuando las conductas son evidentes como el caso de la falta de control y saber detenerse en un punto en el que ya es más que suficiente.

«Procuraré portarme bien» es anunciar un esfuerzo para no acabar deshecho y colocado. Es un aviso previo de que lo más posible es que no suceda así.

Por otra parte,el simple hecho de tener la necesidad de expresarlo ya dice mucho:la mente piensa en ponerse hasta las cejas de alcohol pero la conciencia,antes de perderla o distorsionarla,ya está justificándose.

Deja un comentario

Debes iniciar sesión para escribir un comentario.