» … pero no soy de esos alcohólicos que necesitan beber constantemente.»
Si tienes problemas de alcohol … no te preocupes que tipo de bebedor eres sino preocúpate de las consecuencias.
¡Qué estereotipo social más instaurado! No se trata de como bebes, sino lo que te pasa cuando lo haces.
Existe una tendencia a «autodiagnosticarse gratuitamente» (decir que «tipo» de alcohólicos sin que nadie nos lo pregunte) con la finalidad de suavizar y justificarse.
No hay alcohólicos tipo A, Tipo B, Tipo C … Eres o no eres alcohólico. Estás o no estás enfermo. ¿Qué cómo bebes…? La importancia no está en la forma sino en la manera en la que te afecta el consumo. (Obviamente si bebes cada día y grandes cantidades no seas tan estúpido de ni tan siquiera planteártelo).
Dentro del alcoholismo puede haber tipologías de consumo, fases, etc. Porque enfermar de alcoholismo es un proceso. Nadie enferma de un día para otro ni de una borrachera o intoxicación puntual. Pero cuando se enferma, la forma de beber ya pasa a un segundo plano y la atención debe centrarse en el tratamiento y la recuperación.
No estamos para hacer juicios morales sino para tener información y detección sobre como consumimos y si de ese modo necesitamos o no ayuda.
Pongamos que alguien crea un accidente trágico con daños colaterales por ir bebido sobrepasando con creces los límites de la intoxicación, ¿Acaso importa si esa persona (la que ha causado el incidente) bebía cada día,cada semana, o una vez al año?. Cambiemos el ejemplo a uno menos dramático y más común socialmente: Una persona bebe con frecuencia relativa y lleva años haciéndolo.¿Es importante realmente lo que aparentaba porque no se le veía borracho casi nunca, si por el consumo de alcohol ha arruinado su vida, se ha distanciado de su familia, ha ido de fracaso en fracaso laboralmente, y se ha ido aislando hasta reducir su mundo físico a un espacio como es el sofá y la barra del bar?
No caigamos en tópicos. ¡estamos en el S XXI!