No se puede solucionar una situación desastrosa de años en unos simples meses

Empezar con una actitud de inmediatez buscando soluciones rápidas a una situación que llevamos años haciendo mal y repitiéndola constantemente, no es comenzar mal,sino fatal.

El alcoholismo es la enfermedad que define el concepto, pero lo que hemos hecho para llegar hasta enfermar es mucho más que una simple definición.

Sobre una enfermedad tan compleja que paradójicamente la mayoría piensan que es muy sencilla, hay mucho que trabajar.

Espero tener mucha humildad toda mi vida para entender y comprender ciertas cosas sobre esta enfermedad pero teniendo claro que por cada millón de preguntas…, apenas tengo una respuesta.

No podemos ir por la vida dando soluciones a tanta complejidad, sino simplemente sugerencias, experiencias, y estrategias para intentar ayudar.

Lo que no tengo ninguna duda que el mejor ejemplo de recuperación son los hechos, no la palabrería.

No dudo de la buena intención de los métodos, las técnicas, las iluminaciones, los consejos, … y todo lo que envuelve a este mundo tan ambiguo y confuso en que cada uno tiene una solución distinta, pero siempre que éstas se apliquen con la sapiencia que cada enfermo es diferente, que tiene un perfil distinto,y  una situación con un contexto muy variado.

No tratamos con números, con sujetos, con iguales, … tratamos con personas. Personas que están enfermas, pero personas.

Si ya de por sí la mente es compleja, imaginemos por un momento esa misma mente o cerebro que durante años se ha metido mierda de sustancias hasta las cejas que le ha deteriorado y le ha hecho alterar su conducta de tal manera que todos sus comportamientos probablemente hubieran sido muy diferentes sin ella.

Por lo tanto, cuando veamos a un alcohólico, por muy mal que lo haya hecho (cosa que seguro es cierta), por muy chulesca, prepotente y soberbia actitud con la que se haya comportado, por muchas veces que nos haya engañado, seamos más maduros y pensemos que era y es un enfermo y, que detrás de cada enfermo se esconde una persona.

No se trata de justificar ningún comportamiento ni atenuar ninguna circunstancia (sería de miserables hacer eso) pero si de entender que lo que nos parece tan sencillo, es mucho más complicado de lo que nos quieren vender.

Detrás de cada alcohólico hay una herencia alcohólica, una carga muy pesada, un lastre, una angustia tremenda por lo que hizo durante tantos años. Eso significa que por mucha abstinencia en la que permanezca, por muy bien que haga las cosas y se comporte, por mucho que progrese y evolucione, todavía siempre quedará mucho por hacer.

Ni el enfermo, ni el familiar, ni su entorno tengan prisa y quieran que todo se solucione en dos días porque craso error querer solucionar un siniestro de décadas con precipitación e inmediatez.

Para comprender esta reflexión no hace falta ser experto en nada, sino tener mucha humanidad.

Si alguien puede cuestionar o poner en duda que se necesita mucha humanidad para intentar ayudar a un alcohólico, le sugiero que imagine que en lugar de ser «otro», es su hermano, su madre, hija, padre… Seguro que de este modo le resulta mucho más fácil empatizar.