No se puede estar en misa y repicando a la vez
«El no querer es la causa,el no poder el pretexto» Séneca
Intentar recuperarse de un problema de alcohol o enfermedad de alcoholismo y seguir queriendo llevar la misma vida de siempre,es totalmente imposible.
O una cosa o la otra,pero ambas a la vez,no.
Nadie nos debe de convencer,insistir o forzar a querer cambiar,sino que el mismo proceso,cuando es bueno y positivo,te conduce a ello sin esfuerzo.
Por ejemplo,si yo dejo de beber porque el alcohol me ha arruinado la vida,y resulta que sigo queriendo ir a los mismos lugares que frecuentaba,con la misma gente,y actuando o comportándome del mismo modo,evidentemente echaré mucho de menos la botella,porque esa falsa realidad que he vivido durante muchos años,al verla bajo los efectos del alcohol me daba la impresión de que era auténtica y formaba parte de mí.
Una vez dejo de beber y sigo un tratamiento,todo eso debe quedar atrás junto con el alcohol. No sólo hay que enterrar la botella,sino en la misma fosa meter todo aquello tóxico que venía con ella. ¿Qué lo tóxico incluye lugares,ambientes,personas?¡ Incluya lo que incluya,porque está en juego mi vida y el desenlace con y para los demás!
Entiendo perfectamente la tozudez y obstinación de querer seguir con lo mismo porque los cambios,por norma general,siempre dan miedo,y mucho más a un enfermo alcohólico que tiene muy baja la autoestima y confianza. Pero de eso se trata,de cambiar. Cambiar no significa volverse otro diferente,sino hacer desaparecer al «yo» alcohólico para que aparezca el verdadero.
No me canso de decir lo compleja que es esta enfermedad,pero hay principios básicos y evidentes como el del cambio,que sin ellos es imposible superar obstáculos y adversidades posteriores que se van a presentar a lo largo del proceso. [youtube]http://youtu.be/_wG6Cgmgn5U[/youtube]