¡O sí, o no. No hay más alternativas!
¡Muerto el perro, se acabó la rabia!
Soy de aquellos que con el tiempo y la reflexión, cada vez huye más de extremismos y posturas radicales para buscar un punto medio e intentar equilibrar todo lo que tiene o le da sentido a mi vida. Tal vez mi verdadero proceso de trabajo, como alcohólico en recuperación eterna, sea un continuo andar de la intolerancia a la tolerancia. Pero hay una excepción que ya no creo (ni tengo la más mínima intención de modificar) que la cambie en mi forma de pensar: El encontrar una «zona intermedia» en los enfermos alcohólicos.
Si hemos enfermado, alcanzado un estado de cronicidad e irreversibilidad y la situación requiere, entre muchas otras cosas, el no poder volver a beber ni una sola copa más en nuestra vida porque esta podría disparar un consumo desenfrenado y descontrolado otra vez, no hay nada que negociar ni tolerar.
¿Por qué en este caso no hay equilibrio, tolerancias, o negociaciones? Porque a los enfermos alcohólicos nos gusta el conflicto. Increíble y paradójicamente, el conflicto y la discusión, son las mejores armas que tenemos para compadecernos, hacernos la víctima, y justificar lo injustificable de nuestro consumo. Es una enfermedad en la que la zona confort … es la zona de conflicto.
Además, los años de consumo y jodiendas, nos han convertido, gracias al arte de la manipulación que manejamos a la perfección, en grandes negociadores con un tremendo potencial de seducción y capacidad de engaño hacia aquellos que nos quieren, aman, y perdonan una y otra vez.
Por lo cual (se entiende que no me dirijo a nosotros sino a los benditos y pacientes familiares o amigos que nos soportan) ante la enfermedad debe haber firmeza y no dudar para nada. Deben evitarse las amenazas, reproches, negociaciones, enésimas oportunidades, advertencias, etc si de verdad se quiere solucionar el problema haciendo reaccionar al enfermo.
Nuestro sí debe ser sí. No hay zona intermedia. Sé que es triste, duro, e incluso duele más a quién toma la decisión qué a quién se la da, pero si realmente queremos ayudar … hay que mantener esa postura.
Nunca se sabe: a veces, lo que ahora nos parece una decisión incorrecta, estricta, o muy rígida, puede que en un futuro muy próximo haya sido lo que ha salvado una vida. En el caso del alcoholismo, más si cabe todavía.
2 Comments
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Hoy me leistes el pensamiento…..buenos dias.
Para Los enfermos en rehabilitación No hay medias tintas en el alcoholismo, ni negociación ni nada por el estilo, debemos crecer cada día, intentar ser mejores personas,no quedarnos en la zona de confort y seguir creciendo.Leer más ..