A mí no me pasará

Bueno, el famoso y arrogante » a mí no me pasará», con el alcohol, a veces más que una expresión, suele ser una sentencia.

No estoy en contra del consumo. Para nada. Pero nunca subestimemos el poder y la trampa que tiene el alcohol.

Una potente droga que lleva casi más años que el hombre en la tierra y nunca ha pasado de moda, nunca hemos podido con ella, y ha sabido siempre camuflarse y pasear entre la humanidad nunca saliendo endeble si no más bien todo lo contrario, reforzada y alabada, admirada y aceptada.

Goza de buenos calificativos que la hacen más atractiva y apetitiva como social, tradicional, generacional, cultural, legal, … y siempre va asociada a la recompensa y bienestar.

En fin, cuánto podría reflexionar en este artículo pero considero que sería malgastar palabras y cansarme de teclear.

Ningún alcohólico pensaba jamás que a él le pasaría, por mucho que hubiera visto en multitud de veces caer a otros y arruinarles sus vidas, ya que forma parte no en sí del consumo sino de la enfermedad: hacernos la trampa de pensar que nos cede el control y desarrollar la arrogancia, soberbia, vanidad, y prepotencia de creer que nosotros somos lo suficiente listos para no cometer el error de quedar atrapados.

La espiral del consumo, cuando este pasa de ser placentero a convertirse en enfermizo, suelen repetir un patrón de expresiones en escala muy comunes en todos los alcohólicos: Del «Todo el mundo bebe» se pasa al «Yo controlo» y de este, al fatídico e ilusorio » A mí no me pasará nunca».

Yo … fui uno de esos.

1 Comment

  1. Enrique Román Martinez en Facebook el 23 julio, 2016 a las 12:59 pm

    Buenas tardes, yo tambien lo decia cuando bebia, nos reiamos de la persona enferma tirada en el banco de la calle.
    Eso nunca me pasara a mi, es posible que muchas personas no terminemos tiradas en un banco, pero enfermar no es sinonimo de eso.Leer más ..

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