¡No me arrastres en tu caída!
«Si sólo puede quedar uno …elijo ser yo.»
Se supone que en una página de tratamiento de alcoholismo como es esta,Las Ovejas de mica,se defiende y alienta al enfermo a salir de este maldito y puto infierno que es el alcohol,pero eso,para mí, …es simplemente sólo eso;una suposición.
Yo no hablo sólo de enfermos,sino también de las personas que conviven con ellos,los familiares o parejas.
Frenar la caída de un enfermo depende exclusivamente de él. De si acepta ayuda,si reconoce la enfermedad y de si tiene la intención de trabajar para salir de ella.
En cambio el familiar …va en caída libre. No tiene elección,no depende de él,no tiene que dejar ninguna sustancia porque él no ha enfermado de ellas,sino de lo tóxico que ha resultado la dependencia emocional del otro.
Quiero decir que el familiar,si no adquiere su propio criterio y establece un límite de hasta donde quiere llegar,puede caer o verse arrastrado en la caída de la autodestrucción que conlleva la enfermedad en sí.
Nunca doy consejos,en primer lugar porque es una enfermedad tan personal y compleja que aunque sea la misma para todos,cada enfermo es un mundo y es distinto. Pero en este caso,en el de «la caída libre gratuita» por intentar ayudar a otro que no desea ayuda,mi sugerencia directa y sincera es …que si sólo hay un paracaídas y tiene capacidad para aguantar a uno de los dos,que el familiar sea egoísta,coja unas tijeras y no lo dude:¡corte el hilo que sujeta al otro y salve su pellejo!
¡Quien tenga oídos …que oiga!