«No me acuerdo de como llegué a casa»

 

«Una sabiduría múltiple no enseña la cordura» Heráclito

 

El que empieza a una edad temprana el consumo de alcohol con unas risas y no sabe pararse, acaba convirtiéndolo en lamentos y un arruinarse la vida en un futuro.

El consumo moderado y responsable (aquí incluiré «civilizado»,aunque los creativos publicitarios no lo utilicen) de alcohol no debe por qué tener consecuencias,pero el abuso,sí.

Entiendo que los que beben mucho se pasan media vida intentando disimularlo o esconderlo,pero el exceso,abuso,beber constante y frecuentemente,o el hecho de utilizar el alcohol para algo,es en sí un problema.

Lo de «pasa factura» no es una leyenda urbana ni ningún tipo de exageración para asustar,sino una realidad abrumadora y demostrada.

«No me acuerdo de cómo llegué,cómo aparqué el coche,quien me trajo a casa,…» puede hasta resultar anecdótico y divertido cuando eres joven y no ha pasado nada grave. Pero cuando eres adulto y debes cumplir con unas responsabilidades y obligaciones,ese hecho es lamentable,patético,y muy preocupante.

Este tipo de lagunas mentales,de vacíos de memoria temporales,del rozar la inconsciencia por un tiempo debido al consumo de alcohol y otras sustancias,no es por la edad,ni por dos o tres copas,ni mucho menos porque «el alcohol me haya sentado mal». Es porque más que un problema,existe una enfermedad.

El alcoholismo o abuso de alcohol se detecta de muchas formas,algunas resabidas y otras tal vez más camufladas,pero ese síntoma de «no acordarse»,desde luego no  es de lo más esperanzador.

Mi sugerencia personal muy directa es que.si a alguien le sucede (y ya no menciono con frecuencia,por supuesto) que «corra» a pedir ayuda,porque eso no es beber alcohol,eso es impregnarse y empaparse hasta el alma.