No es lo que te da, sino lo que te quita
Desde que nos iniciamos en el consumo, generación tras generación, asociamos el consumo de alcohol como algo gratificante, de recompensa, y que nos da la sensación de llenar ese vacío que por norma todos carecemos o estamos faltos en alguna medida.
Aparentemente nos da seguridad, valentía, decisión, bravura, elocuencia, y una sensación de bienestar y relax que hace que cada vez que bebemos nos encontremos bien y liberados.
Las campañas de toma de conciencia, por ciertos muy escasas, tienen que anticiparse a las de prevención. La prevención es muy necesaria especialmente en jóvenes de todo el mundo que por imitación acabarán bebiendo porque lo han «normalizado» como tradicional, social, familiar, cultural,y aceptado. Pero «prevención» tiene connotaciones implícitas muy arriesgadas en el significado que entienden los futuros consumidores y no expresa el contexto del significado real. Parece que los mayores estamos diciendo: «No hagas eso que yo tanto hice o sigo haciendo». De esta manera el modelo a imitar pierde credibilidad y da más empuje a explorar y auto descubrir.
Yo soy de la palabra «Cocienciación», de explicar y no amenazar o prohibir. De explicar y no asustar o condicionar. De que comprendan, no de que aprendan.
Hay que aprender a trasmitir que el alcohol no da, sino quita.
Hay que decirle a los jóvenes de todo el planeta que el alcohol, cuando parece que nos da esa confianza y seguridad en nosotros mismos es solamente temporal y un estado de alegría y euforia falsa y pasajera. Hay que enseñarles que todo lo que sube baja y, después del colocón, subidón, e intoxicación iniciales del consumo …viene la bajada.
Pero este mensaje tan obvio, claro, y demostrado, no es simplemente para los jóvenes sino para adultos y todo tipo de consumidor en los que ya empiezan a aparecer las consecuencias con frecuencia o el riesgo de enfermar va ascendiendo.
El alcohol te da temporalmente unas sensaciones para posteriormente quitarte la vida a pedazos: te quita la autoestima, el autoconcepto, la confianza en ti mismo, las buenas relaciones y amistades, los amores o parejas de tu vida, las posibilidades de futuro y el potencial que llevas dentro para desarrollarlas o no, la seguridad, la ilusión, las ganas de vivir, los sueños, las metas, las fantasías, el amor, …
Cada vez que alguien se convierte en alcohólico ha hipotecado su vida a la botella.
Insistamos, rendirse no es una puta opción, no desistamos, no perdamos la Fe ni la esperanza, y continuemos trasmitiendo lo que la mayoría quiere negar: que el alcohol no da, quita.
2 Comments
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Buenos días, yo a mis hijos les dije siempre que vieran en mi el ejemplo a no seguir en ese sentido, desde que nacieron yo ya era enfermo alcohólico.Leer más ..
Uuuff…A cada article q he llegit aprenc coses noves……pero tenc mes por….Quin cami més llarg!!!