No hay que demostrar; hay que demostrarse.
Todo lo que sea demostrar, aparentar, impresionar o ser /hacer algo con el fin de agradar o buscar la aprobación de los demás, nunca se hace con la cabeza sino con la «pasión» (por impulso, por emociones como la rabia, por venganza, por ego, …)
¡No hables; hazlo!
Demostrar no es malo siempre que sea a uno mismo. Especialmente a todos aquellos que estamos muy heridos por la frustración de cómo ha ido o va el curso de nuestra vida consecuencia de alcohol, drogas y dependencias en general.
¿Nuestro estado anímico después del abuso, falta de control o consumo prolongado de sustancias que nos han mantenido «sedados» durante décadas?
Huelga contestar a eta pregunta. las evidencias de cada uno que las hemos experimentado hablan por sí solas.
Es sencillo hablar de motivación y superación pero muy duro y costoso lograrlo.
«Un camino de mil millas comienza por la primera milla»
Para salir de un infierno (el alcoholismo es un buen ejemplo y descripción de esta definición) ¿Habrá que dar un primer paso, no? Luego otro, otro, y otro más y así sucesivamente ir haciendo un recorrido de fuga del lugar de partida.
Eso sí: de un día para otro no se sale.
Por lo tanto, considero necesario comenzar a coger toda la tontería, mediocridad y superficialidad para enterrarlas a mucha profunda y comenzar a andar dando esos pequeños pasos con humildad, sencillez y amor demostrándonos que más que podemos, nos lo merecemos.
Que ningún enfermo alcohólico se desespere y tire la toalla, que luche, que trabaje muy duro con mucho esfuerzo y sacrificio, que no esté pendiente de que dirán o pensarán los demás, … y se deje de querer demostrar para poder demostrarse.