No hay penitencia, hay recuperación.

 

Ver a los alcohólicos como viciosos o pecadores es tener una perspectiva muy arcaica. Aunque parezca raro, existen muchas personas con esta visión.

Los alcohólicos somos enfermos. Todo lo demás es pura literatura barata.

Por lo tanto, cuando nos estamos comportando de este modo tan inapropiado, cruel, despiadado, ofensivo en muchas ocasiones, y desorganizado, no lo estamos haciendo por vicio,sino por enfermedad.

No pretendo con ello justificar ninguna conducta por ir bajo los efectos del alcohol ya que cada persona se debe responsabilizar de las posibles consecuencias, pero si significar y dejar claro que esa necesidad incontrolable e imperiosa de consumir aún a sabiendas de nuestro comportamiento, viene producido por una enfermedad.

Por lo tanto, no necesitamos penitencia,sino tratamiento.

El arrepentimiento, la culpabilidad, el remordimiento de conciencia, etc sólo se nos irá si seguimos un programa para recuperarnos y conseguimos dejar de beber y cambiar nuestras conductas adquiriendo una actitud diferente para aprender a vivir.

Me identifico con San Pablo (judío que perseguía a los cristianos y tras una iluminación se pasó al cristianismo y lo predicó como el que más de todos) que decía algo así como que él no era un convertido, sino un convencido. 

Yo también me siento un convencido,no un convertido. Convencido de que la vida es hermosa, bella, y maravillosa sin necesidad de beber una gota de alcohol. [youtube]https://youtu.be/oxHnRfhDmrk[/youtube]