No engañamos a nadie más que a nosotros mismos
¿ Os imagináis lo terrible que puede ser creerse sus propias mentiras? Pues así es como vivimos los alcohólicos, así es como morimos día a día los alcohólicos: viviendo en una mentira
¿Engañar? ¡Evidentemente que engañamos a todo el que se nos pone por delante! Pero sin contradecirme con el titular, en realidad lo único que hacemos al enfermar o abusar del alcohol y las drogas es engañarnos a nosotros mismos. Nos mentimos y saboteamos para escapar para siempre jamás de nuestra propia realidad.
Ese es el verdadero engaño. El que tenemos hacia los demás es simplemente un mecanismo de defensa y escape hacia los que nos quieren, porque los consideramos una amenaza y por amor, constantemente nos reprochan y recriminan.
Una de las curiosidades que más he observado a lo largo de estos años es cuando los que inician la rehabilitación me dicen que sin beber sienten mucha vergüenza. A lo que inmediata y automáticámente respondo que vergüenza tenían que tenerla cuando consumían y no precisamente ahora que se están recuperando.
¡Basta ya de mentirse a uno mismo, hay que armarse de valor y coger el toro por los cuernos?
¿Qué nos da miedo la realidad? … Más miedo da vivir encadenado a una botella o sustancia.