¡No dejéis que una botella os joda la Navidad!
¡No vale la pena! Unas navidades que pasan, ya no vuelven nunca más.
No me gusta compadecerme o victimizar, sino más bien todo lo contrario, el poder ser positivo y motivar con toda mi fuerza, que no es poca. Mis navidades bajo el consumo fueron desastrosas para y mí … y para todos los que me rodean.
Fuero navidades empapadas de alcohol, de conflicto, de ruido, de angustia, de soledad en compañía, de preocupar e incomodar a los que me querían.
Si nos tomamos las navidades como una conclusión, análisis y reflexión del año, no dejemos que nuestro consumo o abuso estropee esos momentos.
A los que lo habéis pasado mal y habéis sufrido … mantener la calma y serenidad aprovechando estos días para poner en orden «la cabeza» e intentar romper con esa dinámica en los años posteriores. Obviamente si os escondéis detrás de la botella, no lo conseguiréis.
A los que habéis tenido un año excelente de bienes y ganancias, de amor y compañía, … exactamente igual: ¡Sobriedad y serenidad para saber mantenerlo y prolongarlo! Sería muy triste que por culpa de una botella destruyerais todo aquello que habéis logrado.
En fin, de una manera u otra, no paséis las fiestas sumergidos en el interior de una botella.
Unas navidades empapadas de alcohol no son unas navidades, más bien son una tortura.
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!!!FELIZ SOBRIEDAD!!!