¿No confías en mí?

 

«Las muchas promesas disminuyen la confianza» Horacio

¿Acaso se puede confiar en una persona que constantemente ha demostrado con creces que no hay ningún motivo para hacerlo?

El enfermo tiende a hacerse la víctima y el incomprendido. Se enfada cuando no hay credibilidad sobre él. Incluso lo recrimina como un acto de maldad hacia las otras personas.

Precisamente los que hemos enfermado de alcoholismo tenemos muy poco,o nada,que exigir a los demás,especialmente sobre confianza. Una trayectoria alcohólica está plagada de razones más que suficientes para haber perdido el respeto y la confianza.

Casi todos llevamos los mismos apellidos:»tropezón» de primero,y «piedra» de segundo. No hemos tropezado una,ni dos,ni algunas veces,sino que nos hemos quedado en la misma piedra para dar vueltas y vueltas sobre ella,por supuesto con sus continuos tropiezos.

Nadie enferma de un día para otro. A nadie le coge una enfermedad como esta,por sorpresa. Es un largo proceso donde se repiten los mismos patrones de conducta una y otra vez,y los reproches son  los mismos durante años.

¿Cómo vamos a exigir respeto,confianza,y credibilidad mientras sigamos consumiendo?La historia no funciona así de fácil. La historia es al revés:primero,ponerse en recuperación y dejar el alcohol.Luego,con perseverancia,constancia,mucho cambio de conductas y actitudes,recuperaremos lo que tengamos que recuperar.

No se deja de beber para recuperar la credibilidad,sino se hace para recuperar la vida. La credibilidad y confianza regresa a nosotros sola,cuando quiere,y sin hacer ruido,pero por supuesto,…después de mucho trabajo.[youtube]http://youtu.be/vvitGvSA1EI[/youtube]

Deja un comentario

Debes iniciar sesión para escribir un comentario.