Nadie piensa que va a enfermar de alcoholismo.

Creemos que nos reímos con el alcohol cuando en realidad es el alcohol quien se está riendo de nosotros.

«Si lo hubiera sabido antes …, Yo no pensaba que me pudiera suceder …, Yo creía siempre que lo tenía controlado…,  jamás imaginé que llegaría a este estado …, No tenía ni idea de las consecuencias …»

Cuántas cosas nos decimos a nosotros mismos, cuántas preguntas retóricas, cuánto asombro cuando nos dicen:¡ Eres alcohólico!

En un principio podríamos atribuirlo a soberbia y prepotencia, pero en realidad es por ignorancia, desconocimiento, y falta de información.

La comunicación masiva y saturada que existe en esta sociedad de locos tan acelerada y consumista en las que somos bombardeados de mensajes haciendo apología del consumo y nos llegan filtrados de «normal, legal, aceptado, tradicional, cultural, y social» hacen que veamos el beber alcohol como algo más de nuestra vida.

No necesito muchas estadísticas para comprobar que la mayoría creemos que, aunque bebamos con frecuencia y llevemos años haciéndolo, a nosotros nunca nos va a «tocar». Me basta la observación directa por mi trabajo y relación diaria con cientos de enfermos alcohólicos como yo y comprobar que la «decisión» de querer dejar de beber o ponerse en tratamiento, suele llegar muy tarde y por algún fuerte condicionamiento (maletas en la puerta, juicios, alcoholemias, custodias, accidentes, violencia, problemas laborales, etc.)

Es una lástima la confusión que existe sobre esta compleja enfermedad. Es triste que por desconocimiento dejemos pasar o tapar muchas conductas y comportamientos que sabemos sobradamente que son consecuencia del consumo o abuso de alcohol. Al final, ¡Siempre lo mismo!: Actuamos cuando ya estamos al límite.

Muchas personas podrían evitar trágicas consecuencias o vidas desgraciadas si tomaran medidas antes de enfermar y a los primeros síntomas o advertencias de conductas extrañas o «no normales» por el consumo de alcohol, fueran tratadas e intervenidas con rapidez.

No frivolicemos ni minimicemos esta enfermedad tan grave y extendida. A las primeras señales … tomemos medidas como haríamos con cualquier otra enfermedad.