Nada me sorprende, todo me impresiona

Insensibilizarse ante las consecuencias del consumo abusivo de alcohol es casi imposible, aunque uno, de tanto verlas a diario y vivirlas, llega a «inmunizarse» y entrenarse emocionalmente para no verse afectado.

Es un mecanismo de defensa natural y de supervivencia para poder ser objetivo, y a la vez lo más eficaz posible, para desarrollar la intensa labor de motivar, empujar, tranquilizar, e invitar al optimismo a muchas personas que «andan» por ahí deambulando en busca simplemente de que alguien les atienda y escuche ante la impotencia y frustración que les produce ver como alguno de sus familiares y seres queridos está sufriendo esta enfermedad, y en lugar de mejorar o encontrar una solución, lo único con que se encuentra es que el enfermo empeora y avanza hacia la destrucción.

La ambigüedad, las respuestas al aire, la incertidumbre, la falta de conocimientos o profesionalidad, o simplemente el desinterés que se merece el tratamiento de esta enfermedad, crispa y enoja más a estas personas.

Muchas, debido a la desinformación, el cansancio, la falta de recursos o soluciones reales, acaban por hundirse y enfermar también por ansiedad, depresión, coodependencia, falta de comprensión, o por agotamiento ante la búsqueda de alicientes que les permita vislumbrar un halo de esperanza.

A diario las portadas de los medios y las noticias son sucesos y tragedias relacionadas con o por el abuso de alcohol o alcoholismo, pero de tanto verlas nos hemos acostumbrado y habituado que sin darnos cuenta las hemos normalizado.

Es muy complejo educar a una sociedad que no tiene conciencia ni tan siquiera de que el motivo de muchas situaciones, aunque no sea aparente o en principio demostrable, es una causa que todos sabemos de sobra.

Por eso, cuando escucho o leo una barbaridad relacionada con el alcohol, no me sorprende. Pero menos mal que todavía me impresiona y me impacta, porque si no fuera de este modo … habría sido atrapado por los hilos que manejan a las marionetas y títeres, para formar parte y ser uno más de ellos.