Miedo al miedo
(Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar) Antonio Machado
Es absurdo, pero muy real.
Para poder tratar y comprender a un enfermo alcohólico o por drogas, primero hay que saber cómo piensa él.
Se da por supuesto que me refiero a un enfermo en proceso de rehabilitación que intenta abandonar ese infierno en el que se ha visto metido durante tantos años, ya que de un enfermo en activo, al estar intoxicado, resulta muy complejo entenderle porque su necesidad y prioridad de consumir le hacen muy inestable e imprevisible.
Desde el momento que aceptamos y reconocemos nuestra enfermedad … ya tenemos medio camino recorrido. El problema viene en el otro resto que falta.
Los alcohólicos o drogadictos somos personas que para enfermar hemos tenido un mal aprendizaje, una percepción muy distorsionada de la realidad, una gran inestabilidad en general (emocional, económica, familiar, laboral, etc.) y casi con toda seguridad hemos vivido más tiempo entre el conflicto, la vergüenza, culpabilidad, y remordimiento que en el bienestar.
Al comenzar ese proceso de superación de querernos recuperar, cuando llevamos un tiempo abstinentes y tomamos conciencia de nuestra enfermedad desde la sobriedad y serenidad de nuestros propios pensamientos …¡Nos entra mucho miedo! Miedo traducido en dudas, inseguridades, angustia, ansiedad, temores en general que nos paralizan o nos entristecen por falta de confianza en nosotros mismos.
Partimos de menos cero para reinventarnos y hacer una nueva versión de nosotros. De ser aquellos desalmados e inconscientes irresponsables, desorganizados, que sólo idolatrábamos a un dios;la botella o las drogas, ahora de repente nos encontramos que con cierta edad debemos enfrentarnos y afrontar la realidad sin sustitutos y apoyos, sin efectos o fantasías. Una realidad pura y dura donde hay que tomar decisiones, hay que reaprender a ser responsable con los demás y con uno mismo, adquirir una fuerte disciplina, y trabajar con mucha entrega y esfuerzo para intentar solucionar en lo máximo posible todo aquello que estropeamos durante años y no queremos vivir otra vez.
Eso, más que miedo es vértigo. Tenemos esa sensación de vacío y de miedo en general porque no estamos acostumbrados al orden, la tranquilidad, al amor, al cariño, al afecto desinteresado, al bienestar.
Durante los primeros años de recuperación, cuando las cosas empiezan a ir bien, llegamos a pensar que no nos lo merecemos. La herencia y el peso de la conducta alcohólica no nos lo permite. Nos sentimos inseguros porque las drogas o el alcohol a consumido nuestra dignidad y autoestima y tener que recuperarla era una tarea muy, pero que muy compleja.
Esa fase del «miedo al miedo» no está en los manuales, ni en los métodos ni técnicas, no está en una guía, … está en nuestro interior, en la capacidad y fuerza de saber entender y gestionar este estado de ánimo tan kafkiano y saber salir de el más reforzados.
No hay pautas que yo pueda describir porque soy de la creencia de que cada enfermo es distinto aunque la enfermedad es la misma, pero si tuviera que decir una técnica personal que utilizo en mi lenguaje interno, sería la que de hecho me digo siempre que me entra miedo, temor, o angustia » para atrás ni para tomar impulso »
Síguenos en nuestro canal de Yotube LAS OVEJAS DE MICA TV , pon un like y suscribete.