¿El mejor regalo en estas fiestas? ¡Buena memoria!
Los alcohólicos que estamos en el camino de la recuperación podemos tener todo: ilusión, mejoras, el viento a nuestro favor, solucionar problemas, modificar conductas, evolucionar, calmar el entorno, recuperar «privilegios», etc , pero si no tenemos buena memoria … no tenemos nada. Todo será temporal y pasado un tiempo se desmoronará.
La buena memoria para recordar que somos enfermos y de que infierno hemos partido. Acordarse con concentración, nunca con obsesión, lo que somos y especialmente lo que fuimos.
No se trata de flagelarse ni torturarse continuamente, pero sí de saber que todo lo que envuelve el alcoholismo es una trampa y aunque llevemos tiempo permaneciendo abstinentes y todo sean progresos, éste puede aparecer en cualquier momento disfrazado de solución a nuestras adversidades u obstáculos cotidianos llamándonos a regresar.
Sin duda, el mejor regalo que me puede ofrecer la vida como alcohólico que soy en recuperación eterna es acordarme de quién soy, que enfermedad tengo, cuánto trabajo y sufrimiento ha habido para volver a tener mínimamente bienestar y tranquilidad, y no perder la referencia.
El día en qué me olvide … seré un blanco fácil para la botella.
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Siii buena memoria… evocar también los momentos de plenitud.