Me gustan los lunes

» Me gustan los lunes, los martes, los miércoles, … febrero, septiembre, noviembre, … los años que acaban en par o en impar, … me gusta cualquier día que sea un nuevo día.»

Yo creía que tenía una depresión endógena (decía la palabra «endógena» porque la había escuchado en algún sitio aunque no tenía ni idea de su significado).  Me creía un tipo peculiar: Que esta sensación de pesimismo, derrotismo, y angustia vital sólo me sucedía a mí. Siempre estaba triste, vacío, …¡me faltaba algo!. Lleno de complejos, manías, supersticiones, fobias, y malos rollos.

Cualquier día que me despertaba ya me invadía una profunda tristeza y una extraña sensación de disconformidad, que algo iba a salir mal o pasaría algo desagradable.

Todo me afectaba, rozaba la hipersensibilidad y susceptibilidad con frecuencia.A cualquier día del calendario, le sacaba algo malo.

Mi objetivo a más largo plazo era a unas horas. cada mañana tenía una idea distinta. Emprendía todo,no terminaba nada.

Poco a poco esta empatía desembocó en una frustración que proyectaba en los demás con mi irregularidad e inestabilidad convirtiéndome en un tío muy enfadado con todo y todos, con el mundo en especial.

Jamás aceptaba la culpa de lo que me sucedía y siempre buscaba a otros a quien dársela.

Con el tiempo … dejé de vivir para limitarme a existir.

¿Qué me pasa? -me preguntaba constantemente.

Al final lo descubrí. ¡Alcoholismo! Eso era lo que me pasaba. Tenía una enfermedad que en esta sociedad tan «moderna» pasa desapercibida, ignorada, camuflada, … invisible.

Hoy, después de un tratamiento, una rehabilitación, un proceso de recuperación, esa sensación ha desaparecido y con ella, todas las fobias, vacíos, depres, tristeza, y angustia. Todo ha sido sustituido por dinamismo, ilusión, y vitalidad.

Sé que hay días malos, pero hay más de buenos. Sé que hay meses duros, pero hay más de fantásticos. Sé que más de  algún hijo de puta anda suelto anda por ahí, pero la mayoría de personas que conozco y coincido son maravillosas. Sé que no toda la culpa es mía, pero la que sí la asumo.

Por eso, … ¡Me gustan los lunes!»