Máxima exigencia
«El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional» Buda
Pretender recuperarse de una enfermedad tan grave como es el alcoholismo igual que lo haríamos de una gripe,por ejemplo, que en dos semanas todo ya ha pasado, es una barbaridad y una considerable falta de conciencia de lo que realmente padecemos.
Si hemos estado décadas metiéndonos alcohol en el cuerpo y tocando el cerebro no queramos estar bien porque llevamos unos días o meses sin beber. Esto no es tan sencillo, sino que existe todo un proceso que requiere mucho sacrificio y esfuerzo.
Lo primero, no olvidar nunca lo que somos;alcohólicos. Partiendo de esa premisa podremos no sólo abandonar la sustancia, sino que recuperaremos sensaciones y vida que mucho atrás perdimos detrás de una botella.
Para realizar este trabajo y conseguir el resultado deseado es necesario rendir con la máxima autoexigencia. hay que disciplinarse,ser dinámico,constante,tenaz y muy,muy,pero que muy perseverante.
Hay que olvidarse de conductas pasadas,conductas que brotaban de nuestro «yo» alcohólico. Se acabó la inmadurez,irresponsabilidad,inmediatez (búsqueda de resultados rápidos),el lloriqueo,la auto-compasión,el victimismo y el todo me va mal.la desidia,apatía y desilusión. Hay que pensar como un hombre nuevo (en realidad,sin alcohol somos nuevos y totalmente desconocidos.Nada tenemos que ver con la persona que se escondía detrás de esa botella),y diseñar un proyecto de vida fiable y alcanzable donde el alcohol no participe para nada.
Dicho así,¿Parece sencillo? ¡Pues sí,lo es,siempre que se cumplan estros tres requisitos:trabajo,trabajo,y trabajo![youtube]http://youtu.be/vANZfQ1bTAk[/youtube]