Maneras de pensar

 

«Los pensamientos obsesivos son la leña que alimenta el fuego de la ira,un fuego que sólo podrá extinguirse contemplando las cosas desde un punto de vista diferente» Daniel Goleman

 

Como buen Domingo por la tarde,aquellos que han abusado o se han excedido con el alcohol en días anteriores,suelen empezar a «descolocarse» y sufrir ataques de realidad.

Una situación por cierto insoportable (la he vivido años y años).

La mente se revoluciona: comienza una invasión de pensamientos varios,algunos obsesivos, y se entremezclan distintas emociones,recuerdos,ideas y asociaciones desorganizadas que nos abruman y desconciertan por completo.

Probablemente es el final de un ciclo semanal y temporal que muy probable se reiniciará cuando hayan pasado unos días (en teoría,al desaparecer la intoxicación inmediata y los efectos de deshidratación o resaca).

Pero queda hoy y mañana por pasar. Días de bajón,resaca,remordimiento y culpabilidad. Horas de intentar recordar lagunas mentales,momentos y situaciones desaparecidas en el espacio y el tiempo,desorientación temporal,conversaciones «difuminadas» en las que nos debemos esforzarnos para saber si fueron o no reales,imágenes fugaces y dolorosas que se acompañan de un profundo sentimiento de culpa o vergüenza,arrepentimiento en general por todo casi cuanto nos ha sucedido.

Se nos cruzan los pensamientos,nos atacan ideas obsesivas,pensamos aceleradamente, e intentamos poner orden y calma a ese torbellino mental que nos produce angustia y ansiedad.

He citado un Domingo para poner el ejemplo del día con «menos escape» (Es el día que en teoría necesitamos de algún modo obligarnos a parar y descansar si en realidad queremos estar más o menos bien para afrontar una nueva semana)

¿Lo del «escape»? eso es una forma de decir que,en otro momento de confusión mental,muy posiblemente lo combatiríamos con más alcohol. ¡Es jodido el tema:a veces lo que quita el mal de alcohol es más alcohol!

Suele ser un día donde el mal físico queda relegado a un segundo plano:no nos importa la descomposición,el mal cuerpo,el estómago deshecho,dolor de cabeza intenso,o cualquier malestar general. Todo lo contrario;nos preocupa nuestro estado mental y psicológico.

Nos sentimos nerviosos,ansiosos,inseguros,con muy baja autoestima, y especialmente muy culpables.

Cuando estás metido en ese bucle de :» Ahora bebo,ahora lo paso mal,ahora descanso,ahora vuelvo a beber…» sólo hay una manera de pensar,y se llama desorganizada.

Pero cuando el alcohol no te domina,no maneja las riendas de tu vida sino que es sólo un complemento que no te acarrea consecuencias,las formas de pensar son varias y mucho más estables:organizadas,reflexivas,centradas,analizadoras,etc.

En resumen,todos esos pensamientos después del abuso o el «colocón» son falacias o mentiras de la mente. Nos vienen de un más a menos provocándonos una angustia terrible pero con las horas y los días se desvanecen.

¿Eso es bueno? Yo pienso que eso es una trampa más de las infinitas que tiene el alcohol.[youtube]http://youtu.be/M6NmHEFB2n8[/youtube]

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