¿Malos o enfermos?
Para comenzar esta reflexión empezaré por el comentario que más veces me han hecho cuando se han dirigido a mí, o a la asociación, para hablarme de un familiar alcohólico:
«Es muy buena persona, pero cuando bebe …»
Hay que entender que el concepto «malo» para definir el titular, no es literal. Tampoco trato de abrir un debate ni profundizar en un tema moral. Por «malo» me refiero a malas conductas, comportamientos, actitudes …
Y, en todo momento, para evitar malas interpretaciones, no pretendo justificar ningún comportamiento que se apoye en la excusa del » Es porque iba bebido».
Se trata de darle la vuelta a este planteamiento y hacer la pregunta desde otra perspectiva:
¿Si no hubiéramos bebido con abuso, prolongadamente, con episodios de abusos y de una manera enfermiza, habríamos actuado y hecho las cosas de la misma manera?
Mi intención es concienciar que todos podemos tener un familiar alcohólico o drogadicto, y más así como está el mundo, y claro que su comportamiento bajo los efectos de las sustancias que alteran la percepción, no van a ser «buenas», «normales» o adecuadas.
Pero por otra parte, aunque ya sabemos sobradamente que aquellos que hemos enfermado, no hacemos las cosas bien, sino más bien todo lo contrario: con irresponsabilidad, dejadez, inmadurez, inmediatez, fantasía, despreocupación, e incluso agresividad y hostilidad con todo y todos echándole la culpa al mundo o a quién sea de nuestra situación vital, … aunque seamos enfermos, primero somos personas.
Tomar conciencia significa romper con estereotipos y estigmas. Comprender, que muchas veces, esa maldad es fruto de la frustración y anulación que nos produce la propia enfermedad.
Por eso, considero muy importante que si de verdad tenemos un familiar que «es bueno pero está siendo malo» por culpa del consumo, por beber con riesgo o sin control, o por haber enfermado, … le ayudemos, le apoyemos y respaldemos con todas nuestras fuerzas y esperanzas para que aunque se resista y niegue a aceptar su condición de enfermo alcohólico, decida al menos acercarse o pedir ayuda por la vía que sea.
En resumen: recuperemos a todos esos «malos» que no lo son por intención o carácter, sino por enfermedad.