Mal mes para los alcohólicos

¿Agosto, mal mes? ¿Debería ser todo lo contrario, no? Mes de vacaciones, ocio, «populeo»,terrazas, consumo masivo, excusas y licencias para beber sin destacar o resaltar mucho del resto, fiestas patronales, populares, no populares, no fiestas, … con permisividad. Intensas jornadas diurnas y nocturnas de copeo, etc. ¿Por qué entonces es mal mes si debería ser el mejor?

Por una sencilla y lógica razón. Quién ha enfermado y es alcohólico bebe durante los 365 días del año y no necesita excusas disfrazadas de motivo para hacerlo. Cuando se está enfermo y existe esa necesidad de consumir, precisamente esos días o fechas son las que menos gustan porque se sienten más vigilados y el clima y constantes actividades no acompañan a su «tinglado» diseñado para beber sin ser reprochado o recriminado constantemente.

El viernes vi una típica escena que he visto y vivido infinitas veces pero todavía hoy, me sigue haciendo gracia: Un matrimonio cuarentón con dos niños de corta edad preparándose para partir de vacaciones. No se trata de desigualdad de género ni dar la culpa siempre al hombre cuando hablamos de consumo enfermizo de alcohol, pero en este caso esos eran los roles. La madre colocando niños y trastos en el coche a presión como el camarote 58 de los hermanos Marx y el marido, remugando, refunfuñando, y poniéndose histético resoplando, gesticulando y haciendo aspavientos.

En fin, no habían puesto el coche en marcha … y ya estaban discutiendo. ¡Menudas vacaciones, pensé!

Tiene su toque humorístico pero no hace ninguna gracia.

La cuestión es que a todo esa situación de nerviosismo, calor sofocante, y «convivencia forzada» le añades alcohol de por en medio, y aquello se convierte en un infierno.

Como alcohólico, cuando estaba en activo, o que más me jodía y molestaba era tener que estar «pegado» a alguien las 24 horas del día porque me sentía coaccionado y vigilado. Tenía que hacer doble esfuerzo de manipulación y trama: Mentir para beber y hacer lo mismo para escaquearme y encontrar más excusas para tener tiempo  en solitario.

Yo sólo quería beber, beber, y beber. Las vacaciones, la familia, los lugares bonitos, las playas idílicas y cristalinas, los hoteles, las fiestas veraniegas, el ambiente falso e hipócrita de que todo va bien, el postureo, las interacciones y relaciones sociales …me importaban una mierda.

Al menos, durante el resto del año, esa época en que todos hacemos nuestro papel y cada uno tiene su tiempo libre para estar a solas consigo con excusas que no suenan a excusa (tengo trabajo, he quedado para …, voy a …), a mí, personalmente, me servían para poder consumir sin ser tan controlado. En el momento que ese tiempo debía de compartirlo con otro y tener que dar explicaciones constantemente … ya no me iba bien.

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