Los tres «NO» más importantes para recuperarse: No vergüenza, no miedo, y no prisa.

No vergüenza

Tratar y recuperarse de una enfermedad nunca debe darnos vergüenza. Esa sensación de estar pendientes qué pensarán los demás si ven que reconocemos y aceptamos que somos enfermos alcohólicos, de cómo nos juzgarán, y qué dirán, debe desaparecer desde el momento en que demos el primer paso.

¿Acaso las personas se avergüenzan de tener otra enfermedad? ¡No!, lo que hacen es intentar curarse sin detenerse a pensar en los demás porque la salud que está en juego es la de uno mismo.

Pues con el alcoholismo, debemos hacer exactamente lo mismo.

No tener miedo

El miedo se apodera de nosotros cuando debemos afrontar una vida sin alcohol. Nos sentimos desamparados y protegidos, inmersos en la confusión y en un nuevo universo. Tocamos la realidad y nos aprendemos a conocer sin tener las emociones y sentimientos anestesiados, lo que resulta una sensación muy extraña y de vacío. Nos damos cuenta de qué todo lo aprendimos a hacer con alcohol y de repente … debemos hacer un nuevo aprendizaje vital, descubrirnos, saber cómo somos en realidad, gestionar las situaciones desde la sobriedad, sortear adversidades cotidianas, reinventarnos, crear nuevas ilusiones y proyectos.

Obviamente este desconcierto nos da miedo al inicio, pero a medida que seguimos un tratamiento y vamos recuperándonos, éste desaparece para dar lugar a una nueva forma de vivir tranquila, sin sobresaltos, conflictos, remordimientos, culpabilidad, etc que nos hace conseguir un gran bienestar interior.

No tener prisa

Tal vez el «no» más importante de todos. la prisa en un proceso de rehabilitación alcohólica es el gran enemigo de la misma.

Todo lleva su proceso, y más un aprendizaje de estas dimensiones. El querer coger atajos o acelerar ese proceso lo único que puede conseguir es que no cimentemos bien la base y al final todo se derrumbe por carecer de sólidos fundamentos.

Sin prisas, con mucho esfuerzo, comprensión y trabajo, de este bastardo y maldito infierno del alcohol …¡Se sale!