Los «ofendidos»

Pasión por el conflicto.

La mejor excusa que tenemos los enfermos alcohólicos para irnos a beber con una autojustificación que no nos taladre la conciencia siempre será una discusión.

Es el mejor desencadenante para autocompadecernos y poder beber sintiendo lástima de lo incomprendidos que somos.

Nos encanta crear el conflicto. Si no existe,lo inventamos. Necesitamos consumir,por lo tanto necesitamos engañarnos y creer que tenemos un motivo para hacerlo.

Todo empieza como un juego en el cual queremos ser siempre más astutos que los demás,pero con el tiempo el alcohol va haciendo su «trabajo» y nos crea un deterioro cognitivo en el que acabamos creyéndonos nuestras propias mentiras y fantasías.

Vamos cayendo en esa espiral de autodestrucción y cada vez engañamos menos con nuestras excusas y gilipolleces. Ante tal pérdida de credibilidad (lógica, por supuesto) no nos queda otra que hacernos los ofendidos.

«Yo no sé en que casa se vive una situación de convivencia con un alcohólico,pero cuando el consumo trae frustración, sentimiento de culpabilidad,y el enfermo actúa como ofendido, … sin necesidad de datos puedo afirmar que el alcoholismo se ha mudado en ese lugar.»