Los niños, ¡Sí se enteran!

Los niños son niños para aprender, jugar, divertirse, y ser felices. Ellos tienen sus normas, sus códigos internos, sus estrategias y formas que a veces los adultos no entendemos. Pero cuando se trata de lo contrario: ruido,enfados, tristeza, gritos, gestos faciales, preocupaciones, e incluso ansiedad, … lo perciben y lo absorben como una esponja.

No menospreciemos su elevada capacidad y sensibilidad para detectar nuestras frustraciones o angustia.

Son niños,no tontos

En el hogar donde vive un alcohólico la armonía y el bienestar brillan pos su ausencia y eso se trasmite en el ambiente y aprendizaje por mucho que se quiera disimular.

Es increíble que las personas con problemas de alcohol sigamos pensando en el siglo XXI que por no gritar o discutir delante de ellos no se van a enterar o darse cuenta de lo que está sucediendo.

El alcoholismo es una enfermedad colectiva (concepto que personalmente defiendo, critico su falta de comprensión, y llevo como cruzada),no individual. Detrás de cada enfermo, caen los familiares. En este caso, los hijos no son ninguna excepción sino más bien los potenciales repetidores de patrones de conducta por imitación o normalizar la situación que viven y con la que crecen.

Puede que seamos enfermos alcohólicos, que nuestra vida sea una mierda, que nuestra frustración se extienda a todo lo que nos rodea … pero no seamos ingenuos y prepotentes al creer que los niños no se enteran porque no me hace falta ningún estudio ni método científico para demostrarlo: ¡Sí se enteran!

Por consiguiente, intentemos tragarnos nuestra asquerosa y repugnante vida nosotros solitos si es que estamos enfermos y no nos da la gana pedir ayuda o ponernos en tratamiento porque de lo contrario lo único que estamos haciendo, además de jodernos y joder la vida a los demás, es fabricar pequeños monstruos que algún día van a ser adultos.