Los diferentes efectos del alcohol
Existe una buena técnica para que se nos quite las ganas de beber cuando ya no podemos hacerlo por haber enfermado: Recordar lo malo
Es evidente que este reforzamiento sólo será útil o eficaz si hemos recibido tratamiento ya que en caso contrario,siempre podrá más la necesidad que nos crea la enfermedad que cualquier otro recurso para evitar el consumo.
Pero de todos modos,bebedores,enfermos, o en rehabilitación,siempre tenemos tendencia a asociar el consumo como algo gratificante (no incluyo personas que lleven años rehabilitados o recuperados,porque en teoría esto debe quedar muy lejos) y de recompensa.
Nos acordamos de nuestro «amigo» el alcohol como aquel que nos hacía reír,nos divertía,y nos lo pasábamos bien.
Es positivo que hagamos un poco de memoria: El alcohol no sólo produce el efecto de euforia,relax,y desinhibición. No,eso sólo pasa en las primeras horas de la toma. Luego vienen los efectos desagradables de episodios de violencia,conflictos,malentendidos,paranoias,conspiraciones,bajones del estado de ánimo,nerviosismo y ansiedad,tristeza,melancolía,depresión,resaca y malestar general con síntomas de apatía e inseguridad.
Todo eso sin contar con los posibles accidentes o consecuencias colaterales derivadas del consumo (el daño que podamos hacer,tanto físico como psicológico a los demás)
Por último,las emociones negativas como la vergüenza,frustración,remordimiento, y culpabilidad.
Todos sabemos que el alcohol no sólo tiene «efectos buenos». Y todos sabemos,que las reales y auténticas nunca vienen por efecto ni la alteración provocadas por el consumo de ninguna sustancia.