¡Lo tengo todo controlado!
Huelga decir que esta,es la máxima expresión de la conducta alcohólica. Junto con el «Te lo juro y te lo prometo…»,el «Yo controlo…» son,por excelencia,la verdadera esencia de esta enfermedad.
Pensar que lo tenemos controlado cuando hablamos de consumos es precisamente empezar a descontrolar.
Una mente que vive para y por beber,necesita crearse sus propias trampas (le podemos llamar como queramos:justificaciones,excusas,autoengaño,…) para poder continuar consumiendo sin ese remordimiento o carga que le haga sentirse mal.
La primera de todas,evidentemente,es creernos nuestras propias mentiras. Tenemos la necesidad de imaginar que mantenemos el control porque eso significará que no corremos riesgo o peligro.
En realidad es así como funciona:Empezamos a beber por ocio,placer,diversión,socialización,etc.y,a medida que el consumo se nos graba como una sensación gratificante,relajante,y de recompensa,nos aferramos a esa idea y ya no la queremos soltar nunca.
Es entonces cuando lenta y progresivamente pasamos de lo normal a lo no normal (aumento de cantidades,búsqueda continua del efecto,tomas con más frecuencias,utilizar la sustancia para afrontar y enfrentarnos al día a día),y así sucesivamente hasta llegar a perder el control. Pasamos de utilizar el alcohol a que éste acabe por utilizarnos a nosotros.
Por otra parte,cuando alguien menciona esta expresión refiriéndose a un consumo cuando este empieza a ser frecuente,me produce escalofríos.Ese es el momento crítico en que le perdemos el respeto y miedo a las consecuencias,lo que significa que ir un paso más hacia adelante …no nos resultará tan difícil porque inconscientemente pensamos eso:¡Que lo tenemos controlado!
Una estadística muy casera pero infalible: Todos los que enfermamos,antes de hacerlo,siempre pensamos que lo teníamos controlado.
3 Comments
Deja un comentario
Debes iniciar sesión para escribir un comentario.
Yo me creia muy listo , mas que los
demas, que tenia controlado el consumo y por lo tanto podia dejarlo cuando quisiera.Leer más ..
Uno se cree que controla su vida cuando son las ansias de beber las que la dirigen. Yo no sabía hacer nada sin beber. Y ahora me toca ir aprendiendo. Pasito a pasito.
si es dificil yo lo he vivido en carne propia no porq yo sea la bebedora sino mi hijo y yo soy cohopendiente y lo peor es cuando la persona no se deja ayudar es muy doloroso ver como un hijo se destruye con el alcohol y la droga