» Llevo toda la vida bebiendo mucho y no me ha pasado nada …»

Esta expresión muy frecuente y popular, con el pretexto de minimizar las consecuencias, no es más que un argumento barato para tildar de exagerados a todas esas personas, asociaciones, y profesionales que cada día intentan concienciar ante que nos encontramos y cuales son las verdaderas consecuencias del abuso o consumo prolongado de alcohol.

Puede, que a esa persona que pronuncia y pregonea tal frase con soberbia y arrogancia, no le haya pasado nada de verdad. Pero nada … de nada. nada en absoluto porque el alcohol y la vida, cuando el consumo es enfermizo, son incompatibles.

Por otra parte, aunque a ese «nada» se refiera a dolencias físicas o experiencias trágicas, que no le hayan sucedido no significa que sin ser consciente muchas veces las haya rozado pasando muy cerca.

De todas formas, tirando de mi sarcasmo, … les doy la razón: no les ha pasado nada porque si de verdad han bebido siempre, con frecuencia, con larga trayectoria y consumo prolongado más uno que otro episodio de abuso … no les ha pasado nada o eso «sienten» porque no han tenido la capacidad de darse cuenta si hubiera ocurrido, ya que el alcohol les ha mantenido anestesiados durante todas sus experiencias. En teoría, han vivido una vida distorsionada y sumergida en la confusión sin posibilidad de sentir, apreciar, contemplar, … Una vida totalmente plana.

Por último, eso no tendrían que decirlo ellos sino más bien preguntárselo a los que han convivido con ellos y les han tenido que soportar esa «maravillosa vida que no les ha pasado nada».

No confundamos, no adulteremos los mensajes, no sigamos con batallitas que se cuentan de generación en generación muchas veces alteradas y exageradas, y tomemos conciencia de lo que de verdad está sucediendo.

 

Deja un comentario

Debes iniciar sesión para escribir un comentario.