El lado bueno de las cosas
Haz de un defecto una virtud
No importa tanto la dificultad de afrontar las adversidades, sino la manera de hacerlo.
Todos los alcohólicos que intentamos rehablitarnos y salir adelante, venimos o estamos en un infierno indescriptible: un infierno que arrastra, incluso tiempo después de beber, secuelas, consecuencias, una «herencia», y una carga muy pesada de soportar.
Muchas veces la consecuencia del pasado se convierte en la causa que nos imposibilita avanzar hacia el futuro.
No sólo hay que dejar de beber: hay que desintoxicarse de todo ese mal rollo que nos ha perseguido, agobiado, y casi matado durante nuestros consumos.
Hay que darle la vuelta a la tortilla, darle un sentido totalmente opuesto a las situaciones, circunstancias y vida en general.
Reaprender, resetearse, reinventarse, reconstruirse, …
El hecho de darle la vuelta y ver el lado positivo de las cosas, aprendiendo de ello, tal vez no nos solucione algunos problemas, pero si nos convertirá en más felices.
Y esa felicidad, que para los alcohólicos se llama tranquilidad y bienestar, nos hará crecer personalmente y reducir el nivel de ansiedad y necesidad del alcohol como remedio de todos los males, lo que significa que nos fortalecerá para seguir continuando en la senda de la recuperación.
Todos tenemos un pasado, alcohólicos o no. Todos nos hemos equivocado en algún momento o etapa. pero más que resolverlo inmediato y de una tacada, considero más importante aprender a gestionarlo.