» La última … y nos vamos»

No comprendo por qué existe tanta preocupación para averiguar si una persona ha enfermado o simplemente es bebedora habitual cuando los síntomas del alcoholismo delatan por sí mismos sin necesidad casi de diagnóstico.

Por ejemplo, el siempre querer «una más», esa ansia de beber y beber como si se fuera a terminar el alcohol, es ya de por sí una muestra de necesidad. Por lo tanto, al no beber por placer nuestro consumo ya se aproxima más a lo enfermizo.

Así sucede lo mismo con muchas manifestaciones y conductas: No saber parar, perder el control, tener que emborracharse cada vez que se bebe, o tener que beber «por obligación» cada vez que se sale, cambiar el estado de ánimo debido al consumo, etc.

La persona que tiene necesidad de beber y no sabe hacerlo por placer, ocio, estar relajad y distendido, tiene muchas papeletas de, si no ha enfermado, hacerlo.

«Yo siempre pedía una más, siempre quería ir a otro lugar cuando se nos cerraba el chiringuito en el que estaba, siempre incitaba a seguir consumiendo. Incluso era de esos que pedía una copa teniendo la mía casi llena o de cuando se me invitaba a una fiesta, lo primero que hacía era mirar si el alcohol que había me iba a bastar.

En realidad, aunque me resistía hacía muchos años, estaba muy enfermo y mis conductas así lo delataban.»

Por eso, cuando ya estemos con el «la última y nos vamos», yo comenzaría a cambiar el planteamiento por «la última y me voy … directo al tratamiento».

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