La soledad en compañía
Los enfermos alcohólicos en activo siempre estamos solos por muy rodeados de gente que estemos.
Estamos solos aunque aparentemos tener muchos amigos y conocidos. Saludamos, hablamos, y alternamos con muchas personas porque nuestra vida es estar siempre por en medio, pululando y bebiendo, y de alguna manera acabamos conociendo muchos lugares, ambientes, y gente.
Pero todo eso es una falacia y mentira. Esas personas no son amigos porque los verdaderos amigos y personas que nos quieren, lamentablemente por muy duro que suenen, no quieren estar a nuestro lado ni compartir porque sienten tristeza, vergüenza ajena, o miedo.
Un verdadero amigo no nos soporta. No aguanta vernos borrachos, bajo los efectos del alcohol, diciendo incoherencias o con conductas y comportamientos frecuentes fuera de lugar.
La apariencia externa del alcohólico engaña mucho. En realidad, nada es lo que parece.
Cuando se van los efectos del alcohol, es indescriptible la sensación de soledad y vacío que nos atormenta.
El ir intoxicado constantemente nos hace parecer muy simpáticos y extravertidos, muy sociales y amables, pero es todo lo contrario. esas «cualidades» son sólo porque vamos bebidos. Por norma, somos todo lo contrario: Muy ariscos, amargados, e insoportables. Lo que sucede es que el alcohol esconde toda esa basura.
Sé que hay muchas gente que está enferma y no bebe con ese patrón que describo: el consumir alternando y socializando sino en casa y a escondidas, pero a esos ya no los menciono porque su forma de beber ya delata su soledad por sí sola.
No nos engañemos, autoconvenzamos o justifiquemos con más engaños: El alcohol es el camino a la más completa soledad.
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La enfermedad nos deja solos, sobretodo interiormente es normal que la gente que nos quiere, no nos quiera ver intoxicados, la familia se preocupa, y sufre, pero uno prefiere estar en su mundo y apartarse de la realidad,en mi caso me sitúa solo,Leer más ..