Con la muerte de la botella, debe morir también la fantasía alcohólica.
Dejar de beber porque estás enfermo debe ser un regreso a la vida. Un retorno a la satisfacción y el entusiasmo de volver a aprender a vivir libres de las ataduras y esclavitud del alcohol.
Esa euforia, tiene que ser medida, controlada, y progresiva.
Hay que evitar la brusquedad e impulsividad de creerse curado inmediatamente entendiendo que es un proceso.
Para ello, principalmente, hay que acabar con la fantasía alcohólica ( esa en la que todo eran proyectos que no se realizaban, metas imposibles o inalcanzables por nuestra actitud, y sueños de una noche de copas).
Todo lo que hagamos en nuestra nueva vida de sobriedad, por poco que sea inicialmente, debe estar bien cimentado, realista, y con coherencia.
Por eso, al dejar de beber por muy lógico que nos resulte, la prioridad tiene que ser esa: dejar de beber y aprender a vivir sin necesidad de ello dejando atrás con la botella las conductas que nos caracterizaban.
1 Comment
Deja un comentario
Debes iniciar sesión para escribir un comentario.
Es muy típico cuando todavía estamos en activo, tener esas fantasías y sueños inalcanzables, pero cuando dejamos de beber y nos ponemos en tratamiento,debemos de bajarnos de la nube en la que hemos vivido durante tanto tiempo y poner los pies enLeer más ..