La montaña rusa emocional
Los efectos del alcohol como los de cualquier sustancia que altera las conductas mentales, provocan esa inestabilidad, esas subidas y bajadas, cambios de estados de ánimo, de humor, de emociones.
¿Cómo es posible que pase en milésimas de segundo de estar muy contento a enfadarse? ¿Por qué un día está pletórico y al día siguiente super deprimido? ¿Cómo puede tener tanta euforia y al cabo de un rato está desilusionado? ¿Por qué se cansa enseguida de todo? ¿No será capaz nunca de terminar algo que empiece? …
Estas son las preguntas más genéricas y frecuentes que se hacen respecto a una persona con problemas de alcohol: ¿Cómo puede haber un cambio tan grande en tan poco tiempo?
La misma sustancia nos va provocando estos cambios y fases a medida que avanzamos en el consumo. En el caso del alcohol, los efectos más típicos siguen un mismo patrón: Relajación, despreocupación, euforia, desinhibición (nos da igual ya tres que treinta y tres), afecto y cariño (amamos a todo el mundo y todos son «nuestros mejores amigos» y los que nos comprenden), enfado y rencor (de repente, con aquel mismo que tanto decíamos que queríamos, la emprendemos o discutimos con él por cualquier gilipollez), pérdida de control, descoordinación, intoxicación. Después de descansar (dormir la mona) el proceso viene a la inversa y con unos efectos muy diferentes (remordimientos, depresión, bajón, etc.
Esto es en el caso de una persona que consume en exceso y abusa. Pero en los enfermos alcohólicos la intoxicación etílica (no la borrachera o la necesidad de ir colocado constantemente,sino el alcohol en nuestro cuerpo y cerebro) es permanente. Está las 24 horas del día.
Eso produce la tan característica inestabilidad emocional y da respuesta a todas las preguntas que nos hacíamos inicialmente: Ahora estamos así, después asá, más tarde de otra manera.
Los alcohólicos al enfermar, nos subimos en una montaña rusa que sólo puede parar de dos maneras posibles: Mal o poniéndonos en tratamiento y recuperación.
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2 Comments
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Buenas tardes, yo también estuve en esa montaña rusa emocional, tuve la suerte de poderme bajar de ella, no se detuvo, la montaña digo, pero aproveche su paso por el nivel mas bajo y salte.Leer más ..
Estamos en una aureola de picos emocionales desquiciados, no hay por de donde coger a un alcoholico, siempre descontento, siempre llorando, lamentandose, quejandose de su signo en la vida, es apatico, irascible, sin la dosis esta en un estado deLeer más ..